¿Cuantas
veces agradecemos a la pareja, y decimos que sin ellas/ellos no sería posible?
Muchas, pero en pocas los agradecimientos son tan sinceros como en esta
ocasión. Y es que las parejas nos acompañaron y nos llevaron de vuelta a Barcelona de
madrugada, hicieron de canguro, de supporters, de fisioterapias, nos cocinaron,
nos compraron pilas, lloraron, nos esperaron, se preocuparon y tuvieron
paciencia.
Salíamos a la 6 de la
mañana de Cercedilla con los nervios y la ilusión en perfecto balance. Después
de unos kms rápidos empezaba la carrera: una subida con poca dificultad técnica
nos llevaba al primer avituallamiento. Un error de señalización (no se
pueden marcar dos carreras a la vez y con las mismas cintas y dejar al azar de
la noche que los corredores acierten), pues eso, un error importante de
señalización llevó a casi todos los corredores hacia un sendero equivocado.
Recuperamos no sin cierto agobio el camino hacia el siguiente avituallamiento
donde empezaba un tramo algo más técnico hacia Navacerrada. Ahí, bajo mi punto
de vista, empezaba la carrera. En general la primera parte eran 40km de subidas
hasta llegar a la cima de la primera parte (más de 2.400 metros) y donde
empezaban las famosas (y desconocidas por dos catalanes como nosotros) piedras
de las cordilleras de la Sierra. Un tramo de pocos metros pero varios minutos
donde saltábamos de roca en roca sin mirar hacia abajo (más nos valía). Después
prácticamente todo para abajo hasta Rascafría, la larga bajada que los que
hacemos ultras sabemos que son lo peor para el cuerpo, quemas kms rápidos y la percepción
es que por fin uno se ha librado de esa sensación de agotamiento que provoca la
subida, pero los músculos están trabajando sin descanso, y se van cargando y
los pies empiezan a sufrir de tanto impacto brusco. Sabemos que tarde o
temprano eso tendrá consecuencias pero lo cierto es que bajamos a buen ritmo.
Y en mi las consecuencias
llegan rápido, el perfil de la segunda parte se asemeja al de la primera,
subida de unos 30 kms para volver a bajar de golpe. Y en las primeras rampas veo
que no voy, ya no me entra el oxigeno y
las piernas no tienen la fuerza de antes. Pero subo, detrás de Toni que me
empuja, esperando un cambio en el relieve, o más pronunciado o más plano, pero
necesito salir de esa subida con poca pendiente que pide a gritos buen ritmo
pero que cuesta enormes sacrificios conseguirlo. Y llega el sube y baja que nos
lleva al punto clave, al avituallamiento del km 70 previo al tramo más duro de
la carrera.
Es en este punto donde ratifico la razón por la que me gusta correr
con Toni. Nos entendemos a la perfección: en los momentos duros, seguimos,
seguimos los dos, corremos si hay que correr y nos metemos caña mutuamente,
“corriendo hacia el tercer árbol” y no esperamos respuesta, uno dice el otro
hace, y así tiramos de la cuerda.
Y nos plantamos en la
Morcuera, km 76 y 20 kms durísimos por delante, sin avituallamiento, con la
noche acechando y una subida vertical delante nuestro. Besos a la familia y
para arriba. La subida se hace, sin más, pero las (malditas) rocas de la Sierra
convertirán lo que nos habían explicado como un sendero por el que poder
avanzar tranquilamente a través de la Cuerda Larga en un complicado terreno de
rocas y piedras por los que, suba o baje, se avanza muy lentamente. Y monte
tras monte vamos superando toda la cresta esperando que por fin llegue la última
subida a la bola. El paisaje es precioso, aunque a esas alturas, a uno le cuesta valorarlo.
Ahí nos juntamos con
Chema quien nos ayudará, ya entrada la noche, a buscar las escasas
señalizaciones del trayecto que no siempre es evidente. Para el año que viene
hay que mejorar, y mucho este punto. Uno está agotado y lo último que quiere es
perder tiempo o tenir que estar al 100% para buscar el camino.
Subo bien, ese extraño
efecto que tienen los ultras en mi cuerpo que de repente desconecta mi
sensación de agotamiento, pero sé que la bajada será una agonía. Esta vez los aductores
no me han avisado hasta pasado el km 90, así que ningún problema, pero la
rodilla sí se queja y desde hace ya algunos kms. Pasamos la bola y descendemos,
lo que para Toni y Chema es un alivio y así lo comentan, para mi es un
suplicio, he pasado de subir bien a bajar con mucho, repito mucho, dolor en la
rodilla (los ultrarunners somos gilis). Una vez más la compenetración con Toni
ha sido clave, yo le he cedido los bastones durante toda la subida, los
necesitaba más que yo, pero él enseguida ve que serán claves para mi bajada y
no duda en prestármelos para llegar a Navacerrada, dónde con la ayuda del
milagroso réflex pierdo sensibilidad y consigo correr de nuevo con alegría.
Con una bajada rápida y
una última pérdida del recorrido llegando a Cercedilla acaba nuestra historia
en este ultra… Bueno, acaba la primera parte, ya que empieza la siguiente
maratón: cenamos algo, nos duchamos y a las 2 de la madrugada estamos en el
coche camino de vuelta para llegar a las 8 en punto a la mesa electoral. ¡Qué
estrés dios mio!!!
7 comentaris:
Qué Buenos compañeros de viaje!!! Esa gran compenetración entre vosotros nos dejan a Lídia y a mi muy y muy tranquilas!!! Toni (para Pau) que bueno que viniste!!! Y a la inversa!!! Y qué bonito sentir que hay amigos que se convierten en família y que te lo ponen todo tan fácil que no hay agobios ni dificultades!!!
Qué Buenos compañeros de viaje!!! Esa gran compenetración entre vosotros nos dejan a Lídia y a mi muy y muy tranquilas!!! Toni (para Pau) que bueno que viniste!!! Y a la inversa!!! Y qué bonito sentir que hay amigos que se convierten en família y que te lo ponen todo tan fácil que no hay agobios ni dificultades!!!
Grandesssssssssss dominando las piedras de la SIERRAA!!!!!
Piernas a ver cuando coincidimos!!!
Supongo que ire el día 5 de diciembre a la Maratón de l'Ardenya. Si te animas ;) .También puntua para el UTMB
Gran Carrera Pau! Sí señor!!
Quiere decir que estás del todo recuperado??
(negarlo sería quizás una falta de respeto a todos los humanos que nunca podrían ni soñar con acabar más de 100 kilómetros por terrenos tan duros ;-))
Enhorabuena campeón!!
Piernas, gracias por la propuesta pero no me da tiempo para más competiciones.
Dennis, dejémoslo en que prácticamente no me duele nada... ;-)
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