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dimarts, 10 de febrer del 2015

Run and Food in Roma


O lo que viene a ser lo mismo, comer y correr por Roma. A mi normalmente me gusta contar lo que hago, pero cuando sale bien más todavía. No hace falta decir que el componente más importante es la compañía, pero como a Bea no la puedo compartir me quedaré con lo material, la perfecta combinación de comer y hacer deporte.

Empecemos por el deporte. Doble sesión de running, una el viernes y otra el domingo. Para el viernes teníamos series y encontré un sitio genial, curiosamente poco frecuentado por los romanos, la riba del río Tevere. Desde el Hotel, por cierto un buen equilibrio entre calidad, precio, localización y desayuno, hasta el Coloseo y volver para hacer unos 11 o 12km. Bajamos al río a la altura del Castelo Sant Angelo para salir pasado Trastevere y la Isola Tiberina, vuelta por la zona y volver. Llano y sin semáforos.

Para el domingo todo lo contrario, sin necesidad de controlar el ritmo y sin una dirección fija, corrimos por el parque Borghese y cruzamos Roma de arriba abajo. Queríamos volver callejeando pero teníamos algo de prisa.

Aquí están nuestros recorridos.
Y los vídeos
Y ahora lo importante, comer. Seguro que Bea tenía razón, y que en Roma se come muy buen pescado, pero para mi Italia es sinónimo de pasta y pizza (como Argentina lo es de carne), así que le pedí que las tres cenas fueran 100% hidratos. Tres recomendaciones, tres aciertos.

La primera noche nos llegamos a La Montecarlo, entre Plaza Navona y Trastevere. Un lugar genial, informal, camareros arriba y abajo interactuando constantemente con el comensal. Hay que tener mucha gracia para hacernos dejar el móvil por un rato o negarse a darnos queso para los Spaghetti Vongole y no cabrearnos sino todo lo contrario. De Menú: Flor de calabacín, buffet de antipasti, Spaghetti Vongole y Pizza 4 formaggio. De película. Precio unos 20euros por comensal.




 http://www.lamontecarlo.it/

La siguiente noche nos fuimos al Taverna Trilussa previa reserva (sino imposible). Se trata de un restaurante algo más refinado, con el consiguiente aumento de precio. Casi 40 euros por persona pero bien pagados gracias a dos platos perfectos. El descubrimiento de los spaghetti Cacio e Peppe, una salsa sencilla que lleva lo que dice (además de Matequilla) queso (Pecorino, aunque con Parmesano sirve) y Pimienta. Ya he probado de hacerlos en casa añadiendo algo de agua de la cocción y un poco de Maggi. Finalmente creo que no se puede hacer un plato mejor con apenas dos ingredientes, Tagliatta de ternera con Trufa Blanca. Colosal.

Y para la última noche otra recomendación Maccheroni cerca del Pantheon. Cuando en la mesa de al lado tienes a un romano que se ha traído a su primo francés a que pruebe ese restaurante, te das cuenta que no te has equivocado. Como no, de menú, unos Maccheronni a l’arrabiata y unos Gnoqui Gorgonzola. Viendo el espectáculo de la cocina (intentad pedir mesa al lado) nos falto probar los carbonara. De nuevo unos 20, máximo 25 euros por persona.

Un vídeo publicado por Pau Cortadas Guasch (@pcguasch) el

http://www.ristorantemaccheroni.com/

Y una sorpresa de última hora. Después del buen y abundante desayuno pasábamos la comida con un cacho de pizza en cualquier chiringuito. Para cambiar un poco paramos en un pequeño bar en el barrio Hebreo y pedimos un shwarma. El mejor que hemos tomado en la vida, la carne estaba bien, pero las verduras de encima (antipasti al estilo italiano-hebreo) eran buenísimas. Tanto que pedimos un plato extra solo de verduras. Id, vale la pena.

Master Kosher

Ésta fue nuestra visita desde el punto de vista culinario deportivo. Dejo a Bea la parte más turística para otra entrada. Muchas gracias a los que nos pasaron referencias, fueron geniales.

dilluns, 11 de novembre del 2013

Ruta Castillos Cataros Raidlight


Otras veces había visitado los castillos, ésta disfrutamos también del recorrido entre ellos. Se trata de una ruta preciosa, muy variada y bien señalizada, a tener en cuenta, haciéndola en más o menos días.
El inicio era en Montsegur, subíamos y bajábamos de nuevo al párking desde donde salía el GR7B que seguiríamos durante todo el día en algunas de  sus variantes. Primero un sendero precioso que nos anima después se convierte en pista asfaltada pero por senderos que recorren los típicos pueblecitos franceses.
Entre asfalto y pista llegamos a Camp Redon, primer sitio donde el GR no lo vemos claro así que decidimos continuar por carretera hasta Le Peyrat. Saliendo de ese pueblo y después de un corto tramo de via verde hay que ir por un sendero en subida camino de Mireval. Ya arriba, hacia el Lac Montbel, que se cruza, literalmente por en medio.

La segunda parte, camino de Mirepoix, es más rápida y llana, pasando por poblaciones más importantes como Camon y Lagarde. Vale la pena dedicar unos minutos a Mirepoix, pequeña ciudad con una plaza central medieval preciosa (y con abundantes sitios para comer o hacer un café.
Camino de Fanjeaux se nos hace de noche, pero lo cierto es que el recorrido se hace bien. Ahí acaba el GR así que decidimos después de unos 70km ir en coche hasta Carcassone.
Primer día, relativamente rodador.
En cuanto al material Raidlight yo utilicé el ShortTrail Performer, ultra ligero y fresco y entre los dos llevamos el portabidón 1000 y la OLMO12 (en breve los reviews), ambos nos acompañarían los tres días.
Y para el recorrido, pedí por internet el siguiente mapa.
El segundo día se planteaba más duro, si bien los paisajes entre viñedos prometían, las montañas a superar también. Partíamos de Monze para evitar la salida de la ciudad, siempre engorrosas, y lo hacíamos con una difícil subida pero peor bajada hacía el desconocido Castillo de Miramont, sencillo pero interesante y con bonitas vistas. Ahí un “error” nos fué de maravilla. Lo que en teoría era un recorrido en forma de L invertida ahora era una variante en diagonal que pasaba por Montlaur. Esta variante se toma llegando al castillo a la derecha por una pista, y la verdad es que no solo vale la pena por su recorrido sinó porque sin darnos cuenta (aunque con un par de despistes en la ruta) llegamos a Lagrasse.
Uno de los despistes es en uno de los puntos más altos del recorrido, donde llega un GR de la derecha pero hay que seguir recto por el GR también marcado. Por cierto el sábdo seguíamos el GR36.

Esta variante se ve en el enlace que cuelgo, pero no está actalizado en el mapa.
En Lagrasse, donde una vez más nos dedicamos a hacer turismo, también nos despistamos. Lo que nosotros consideramos como marcas buenas, nos llevan a retroceder por el sendero que hubiesemos hecho en caso de no coger la variante de Montlaur, sin darnos cuenta hacemos casi 3 kms en sentido equivocado. El sendero correcto está justo en la entrada norte, al lado del mapa que indica los caminos, al fijarnos se veía claro pero no lo detectamos. Si se llevan muchos kms, de todas formas, recomendamos hacer un tramo por una carretera que parte de la Abadía, ya sea por su derecha o por su izquierda. Es una carretar muy secundaria, la D41, al final de la cual se gira a la derecha y se baja por otra 1km hasta en un puente, empalmar de nuevo con el GR36B camino de Sant Pierre Des Champs y posteriormente Villerouge Termenes. Seguimos unos kms más hasta Maisons. Ahí de nuevo la única alternativa era seguir por carretera hasta Cucugnan y la verdad es que después de disfrutar del GR36 y sus subidas y bajadas, ya teníamos bastante (más de 70kms con algunos extras debido a las pérdidas).
Una previsible llúvia nos permitía estrenar el topultralight, pero al final no llovió, así que tendremos que esperar a ponerla a prueba más tarde.
Mapa
Y así llegamos al tercer día, sin duda el más espectacular. Partimos del pie del Peyrepertuse, y el Quéribus a lo lejos.  Salimos de Duilhac siguiendo unas trazas naranjas y azules, colores muy medievales, aunque en seguida vemos un cortafuegos que sube vertical y decidimos cogerlo. Buena elección. 

Después de un pequeño tramo de carretera, de nuevo un sendero nos lleva al párking, pagamos nuestra entrada y para arriba. Justo en la entrada del espectacular castillo vemos las marcas de un GR que sube por la otra vertiente. No  escatimamos tiempo para el castillo, pero al final bajamos. Decidimos hacerlo por la carretera siguiendo el GR, pero no vale la pena, mejor por el cortafuegos. De nuevo en Duilhac seguimos nuestros colores naranja y azul, que nos guiaran hasta el Quéribus pasando por Cucugnan. La subida es espectacular, se pierde de vista el castillo y no lo volvemos a ver hasta que un tramo llano nos lleva directamente a su pié. Ya solo nos quedan unos pocos metros y gozar de este nuevo castillo viendo el Peyrepertuse. Nuestro punto de partida.
Nuestro gran apoyo, Viqui, Bea y como no, Víctor, GRACIAS
Como conclusión y aunque suene a tópico, agradecer a Raidlight por colaborar en este fantástico proyecto, estamos muy contentos con el resultado del material testeados. En breve y gracias a Zonafinisher iremos colgando nuestras sinceras impresiones (Raidlight nos ha ayudado pero no nos patrocina, así que lo que diremos es lo que realmente pensamos, explicando las virtudes y los pocos aspectos a mejorar). El recorrido creo que vale la pena hacerlo con un par de días más, para poder tener más tiempo libre y más pausa para recorrerlo. Volveré seguro.






dijous, 31 d’octubre del 2013

Todo a punto para el Proyecto Trail de Raidlight

Como siempre pasa en estos casos la logística siempre es más complicada sobre el terreno que sobre el papel, pero lo cierto es que en los mapas que hemos comprado hay un GR que recorre casi exactamente el itinerario planificado, si está bien señalizado será perfecto!!!
El material de momento está a punto.

dilluns, 30 d’agost del 2010

La Camarga

Camino a una boda en Antibes, por cierto fantástica, buscamos un posible destino para hacer una parada a medio trayecto. La primera opción fue repetir La Provenza, ya que siempre hay cosas para ver, pero nos recomendaron completar la zona dando una vuelta por la Camarga. Esta es la crónica de lo que se puede hacer durante 24 horas por el Delta del Roina, aunque realmente la zona da para mucho más, especialmente si se dispone de tiempo y ganas de rodar en bicicleta.
Llegábamos a media tarde al hotel elegido El Inter-Hotel Royal, se trataba de una opción para pasar la noche, sin pretenciones pero correcto, recomendable para aquellos que no son exigentes pero que se conforman con una habitación límpia. Nos dio tiempo a dirigirnos ya a Aigues Mortes, a cinco minutos escasos del hotel, para dar los primeros paseos por la ciudad enmurallada. No sabíamos bien lo que esperábamos, pero la verdad es que la belleza y pulcritud de sus casas nos sorprendió gratamente, se trata de una ciudad pequeña, cerrada al tráfico y, eso sí, fuertemente dirigida al turismo. Después de callejear un poquito elegimos uno de los muchos restaurantes de la plaza principal y tomar dos platos típicos La Gardianne de Toro y las Moules frites.

Al día siguiente volvíamos para desayunar algo y posteriormente empezar nuestro trayecto en coche.
Dirigidos por un mapa con información acerca de las características de las carreteras, llegamos primero a Saintes Maries de la Mer, donde volteamos un poco y comimos y después hacía uno de los extremos más al sur del Delta, haciendo dos paradas de enorme interés paisajístico: L`Étang du Fangassier y las salinas de Salin de Giraud.




Aquí tenéis algunas fotos más:


La Camarga

dilluns, 12 d’abril del 2010

Deporte en el Costa Concordia: crucero por el Mediterráneo

Cuando nos dijeron que nos tocaba el Costa Concordia busqué enseguida por Internet la información acerca de la posibilidad de realizar deporte en el Barco. No encontré mucho así que me gustaría detallarlo. En una parte de la cubierta hay una pista de jogging de 150 metros que la verdad es que viendo el tamaño del barco se hace muy pequeña. Por desgracia el viaje me ha coincidido con la lesión de adductor que no hay manera de eliminar así que tampoco abusé mucho (gracias a diós, porque para hacer 5km tenía que dar 35 vueltas, y eso es una barbaridad).

También tiene una pista pequeñita con un aro de básquet y algunas “porterías” que podría ser más grandes ya que la demanda era importante, coincidiendo normalmente demasiada gente en ella. Además como ya he comentado el horario del material era algo restringido y coincidía muchas veces con las horas que dedicábamos a las ciudades, eso sí, si uno se trae el balón de casa puede jugar cuando quiera (y probablemente sin aglomeraciones).

Finalmente el gimnasio sí era de nivel, muchas máquinas, tanto de musculación como de running y bici. Estaba a tope, supongo que como se come tanto, ir al gimnasio o a la sauna cura un poco la conciencia. Había también spinning pero era de paganini y lo vi siempre vacío.
En cuanto a mi, pensé en la posibilidad de recorrer alguna de las ciudades corriendo, pero el tiempo extra es limitado y siempre se va justo, así que me limité a la cubierta y descansar un poquito, cosa que hubiera sido perfecta si hubiese evitado los partidillos de fútbol o de básquet que me jodían cada vez más el adductor.Lo que sí que seguí cumpliendo fue mi reto de 100 flexiones al día y además lo documenté con fotos y vídeos. Muy freak.

divendres, 9 d’abril del 2010

El itinerario: crucero por el Mediterráneo

Como escribí en la entrada anterior los criterios a seguir para elegir el itinerario fueron tres: ciudades no muy grandes, siempre cercanas al mar y a las que no hubiéramos ido. De todas ellas la única que no lo cumple es Palma, pero 5 de 6 ya está bien. Quien no haya leído la entrada general que clique aquí, hablo del barco y de la compañía. Hay que decir que Costa Cruceros ofrecía una más que correcta información diaria tanto de horarios como de actividades del barco, además de un mapa y algunos datos de las ciudades a visitar, que no era tan completo como debería, pero supongo que es para beneficiar las excesivamente caras excursiones que ofrecen.
Marsella: No soy objetivo con esta ciudad ya que tengo orígenes marselleses así que mi interés iba más allá de lo meramente turístico, y aunque diste mucho de la belleza y la pulcritud del resto de la Provenza es una ciudad de cierto interés, con rincones y avenidas bonitas y sobretodo dónde comimos muy bien (probad la Bouillabaisse).

El bicing de Marsella, tomando la Bouillabaisse y vista desde Notre Dame.

Paseamos por el centro buscando donde vivió y trabajó mi bisabuelo, y finalmente unos fueron a ver una obra de Le Corbusier y otros subimos a Nôtre-Dame de la Garde para ver una magnífica vista de la ciudad. El puerto está un poco lejos y los taxis nos costaron casi 20 euros cada uno. La compañía ofrece buses, salen más baratos pero dan menos libertad.


Más de Marsella.

Savona: No sabíamos nada de esta pequeña ciudad italiana pero fue una sorpresa agradable. Lo primero que me llamó la atención fue la cantidad de ciclistas por la carretera, no sé si coincidimos con una carrera próxima pero el número era exagerado. Una vez más paseamos por el centro, donde encontramos un magnífico mercado de productos italianos, y luego subimos a la fortaleza de Priamar, aunque era más bonita por fuera que por dentro.

Parada para un capuchino en Savona

Para comer nos acompañaron Lluís y Andrea que venían de Antibes. El puerto está junto a la ciudad se llega a todas partes andando. Se ofrecen excursiones a Mónaco y Génova, pero para mí, andar por Savona tiene más interés.

Mercado, castillo y un Dogo de Burdeos en Savona

Nápoles: Para Nápoles sí teníamos claro que cogeríamos la excursión que nos ofrecía Costa Cruceros para ir a Pompeya ya que el tiempo era muy justo y el desplazamiento largo (50 euros por persona). Probablemente haber ido en taxi y una audioguía sería más barato, pero el tráfico es algo caótico y viajar en autobús evita algo de estrés.

Vistas llegando a Nápoles (Isquia)

Esto junto a una buena información por parte del guía valió la pena, pero tuvimos dos quejas importantes: la primera es la ya inevitable visita a una fábrica de algo típico de la zona (en este caso corales, y en Egipto papiros o perfumes), y la segunda es que a pesar de que parecía que habían informado al guía que tendríamos una horita extra para ver Nápoles, al final nos obligaron a entrar on time en el barco para ver desde allí como la salida se retrasaba una hora y media por la llegada de otras excursiones. Nos molestó bastante ya que teníamos tiempo de sobras para dar una vuelta por la ciudad. De Pompeya ¿qué decir? Nos encantó, y la verdad es que quizás vale la pena otra visita de todo ello con más calma.

Popeya

Palermo: Otra vez no puedo ser objetivo en la visita de esta ciudad, ya que tuvimos en Nico (un siciliano amigo de mi hermano, que vivió un tiempo en casa de mis padres) que nos hizo de excelente guía. Nos dio un paseo por la ciudad (por suerte no cogimos ni excursión ni el bus turístico ya que estaba media ciudad cortada por una manifestación y porque además vale la pena andar).

Brutales los Antipasti sicilianos y Bea tapando la vista de Palermo.

No tuvimos tiempo de entrar en los mercados, hay cuatro en el centro, pero sí en algunas iglesias espectaculares, un encanto de Palermo que uno no se puede perder. Culminamos la visita subiendo a Monreale en bus (389) un pueblecito en la montaña próxima a la ciudad, muy lindo para pasear. No nos dio tiempo de visitar las catacumbas de los Capuchinos, no sé cuantos muertos disecados y puestos como en exposición: algo macabro pero que hay que ver, quizás hubiese sido más interesante que subir a Monreale, no sé. Una vez más felicitar a Nico que gracias a su cultura como arquitecto nos enseñó la ciudad ofreciéndonos datos de gran interés. El puerto, al igual que en Nápoles, está en la ciudad.
Túnez: Lo admito, no me gusta la cultura del mercado y el regateo norteafricano, además en Túnez, a diferencia de en Egipto, sí son más comunes los robos, así que las aglomeraciones son más agobiantes. Aquí también descartamos todas las excursiones e hicimos bien. Es más, recomiendo que nadie las coja, al salir, hay una organización de Taxis que por 100 euros pudimos alquilar uno que nos llevó a los 7 primero a Túnez, luego a Sidi Bou Said y finalmente una vuelta por Cartago.
El recorrido del taxi

A Túnez llegamos que justo abrían las tiendas de la Medina, así que pudimos andar por ella con el silencio de las primeras horas y con el bullicio cuando ya nos íbamos, después fuimos a Sidi Bou Said, un pueblo blanco de ventanas azules muy bien cuidado y que me enamoró, fue probablemente lo que más me gusto del viaje porque no me lo esperaba, y finalmente dimos vueltas con el taxi por Cartago aunque no entramos en sus ruinas. El puerto se encuentra entre las dos ciudades, a unos 15 minutos de cada una.


La Medina en Túnez y dos fotos de Sidi

Palma de Mallorca: Palma ya nos lo conocíamos, pero nunca está de más pasear por sus calles. El puerto queda lejos del centro pero el paseo fue agradable y además disponíamos de mucho tiempo (ojalá lo hubiéramos tenido en otras ciudades).



Mallorca

Y así llegamos a Barcelona de Nuevo, con la impresión de haber hecho un buen viaje, pero con la necesidad de ver las fotos para asimilar bien todo lo visitado.

dijous, 8 d’abril del 2010

Costa Concordia: crucero por el Mediterráneo

No era de cruceros y sigo sin serlo, pero lo cierto es que la experiencia vivida esta Semana Santa ha estado bien. Hay quien elige hacer un crucero por el simple hecho de viajar en barco, nosotros nos centramos en el itinerario. Aunque siendo siete a opinar era difícil ponernos todos de acuerdo, el objetivo común seguía tres premisas: ciudades no muy grandes, siempre cercanas al mar y a las que no hubiéramos ido.


Salida de Nápoles, con el Vesúbio y la luna de fondo


Esto descartaba Roma, Florencia o Niza. Ir a Roma, parada típica de los cruceros por el Mediterráneo, es una tontería: el puerto queda lejos, con lo que el traslado vale una pasta y se pierde un tiempo precioso, una vez en la ciudad es imposible abarcarla en 4 horas y además Roma se merece un viaje entero.


En plena actividad


Los datos del viaje los resumo en tres apartados: crucero, compañía, más las cinco paradas.
Crucero: Ya he avanzado los trucos para elegir un buen itinerario, a partir de aquí hay cosas a tener en cuenta. Para mi un crucero es algo parecido a un Interrail, aunque si bien, en uno no comes demasiado, en el barco te pones las botas. Pero a nivel turístico es parecido, te sirve para echar una ojeada a las ciudades y decidir si ya has visto suficiente o si vale la pena volver. El barco se mueve, hay momentos en que apenas te das cuenta de estar navegando pero hay otros que sí; es cierto, de todas formas que nadie se mareó. No quiero entrar en detalles para no parecer un déspota, pero con 3000 personas hay gente de todo tipo, y con esto lo he dicho todo. Las áreas para fumar están muy delimitadas y la verdad es que afortunadamente es algo que no nos molestó (estoy hasta los hue…vos de ir a habitaciones de hotel que huelen a tabaco). En definitiva que a pesar de mis reticencias, vale la pena probar y quien sabe si algún día repetiré, aunque nunca en pareja, siempre en grupo, un crucero no tiene nada de romántico.


Estas frutas son freak o es cosa mía?


Compañía: Nuestra primera opción fue MSC, pero no había plazas (habíamos descartado ciertas marcas por malas recomendaciones), poco después Costa Cruceros ofreció un recorrido parecido y de esta compañía sí nos habían hablado muy bien, sin duda una de las mejores. Pues bien, no sé si tuvimos mala suerte o si es siempre así, pero el pack El Corte Inglés Viajes + Costa Cruceros, se acerco más al lamentable que al excelente. Hubo unos lapsus de información importantes por parte de ambas compañías que nos hizo estar desorientados los dos primeros días, como ejemplos podría poner: la agencia no proporcionó una información clara acerca del punto de salida del crucero, nos hizo rellenar unos papeles que estaban totalmente obsoletos, y alguna cosilla más; en el barco los problemas no se acabaron, la reunión informativa se hizo antes de la hora límite de embarcar, con lo que los que subimos a última hora no supimos de la misma hasta dos o tres días más tarde cuando la encargada de darnos la información pasó por nuestra mesa y nos recriminó ante nuestras quejas, no haber estado en una reunión que se hizo cuando nosotros todavía estábamos en casa. Muy poco profesional cuando quien ofrece información es incapaz de pedir disculpas, y de lo que es peor, de no solucionar absolutamente nada y liarla todavía más.Aprovecho que estoy en racha para recriminar tres cosillas más que son muy particulares, pero probablemente muchos también opinan parecido. El barco es espantoso, parece mentira que unos se gasten tanto dinero en decorar algo que para entendernos sería como Las Vegas, pero en hortera (parece una redundancia, pero no lo es, si consideráis que las Vegas es hortera, pues multiplicarlo por dos), y lo que es peor, si lo hacen así es porque al menos la mitad del barco lo valora, “tócate los huevos”.

De todo el barco, y mira que había por elegir, lo que más nos sorprendió fueron estas lámparas con forma de espermatozoides entrando en el óvulo que cambiaban de color! Le tapo los ojos a Batman no sea que se asuste.

Se puede comer a todas horas y sin límite, pero siendo Costa Cruceros una compañía italiana, uno se espera algo más de calidad en las pizzas, había solo dos: una margarita y otra que era sólo pan y queso, un poco triste. Sea como sea, me puse las botas.
El careto es de desayuno, a pesar de estar tomando una tortilla con bacon todavía estábamos clapados.

Y finalmente para el tema deporte, el gimnasio estaba bastante bien, pero la pista de jogging era muy corta, apenas 150 metros, así que di mil vueltas, y la cancha deportiva tenía unos horarios demasiado estrictos y que coincidían muchas veces con el tiempo de turismo, y no con las estancias en el barco (recomiendo llevarse una pelota de casa).
Mi madre y Bea quemando pizzas

Hechas ya todas las críticas y una vez los ojos se acostumbran a lo que verán durante siete días, en general la nota del crucero es más o menos un bien (y más teniendo en cuenta que no pagué yo!), la comida de la cena, considerando que sería un equivalente a una boda de más 2.500 personas cada día, está muy bien, con cantidad y variedad a elegir cada noche, y aunque el servicio es inevitablemente lento tampoco hay ninguna prisa. Los trabajadores del barco son eficientes y la verdad es que siempre respondían a nuestras peticiones tan bien como podían, y es muy destacable que limpiaban a todas horas, así que todo estaba impecable. Los espectáculos no están mal, aunque podrían ser mejores y sobretodo las piscinas y jacuzzis son un buen pasatiempos.

Primer desayuno en la habitación, que la verdad es que era más que correcta y lo menos hortera de todo el barco (por suerte, así no tuvimos pesadillas).

Si uno es consciente del tipo de viaje que está haciendo lo puede pasar muy bien, y esto es lo que hice yo, intentando aprovechar la mayoría de servicios que ofrecía el barco, especialmente la cocina.
La anécdota: Como dije MSC era nuestra primera opción y curiosamente hicimos la mitad de viaje junto a su barco, que parecía algo más grande y sobretodo menos hortera. Con la finalidad de ratificar o no esta información le pregunté a un grupo que viajaban en el otro barco que qué tal estaba y uno de ellos salta y me dice: “¡es precioso, todo lleno de moqueta y colores!” ante esta información mis oídos dejaron de captar señal, ya que todo lo que me dijera carecía de valor científico, de credibilidad, o para decirlo de otra manera, sus criterios no coincidían con los míos, así que no tenía sentido seguir.
Con siete días vas conociendo a la gente del barco, te fijas en los diferentes estilos y pasas el rato viendo lo que hacen los demás. Teníamos: un corredor de élite que se pasaba el día en la cinta, una pareja de italianos en la que ella estaba bastante mejor que él (como suele pasar, no nos engañemos) y como consecuencia de ello parecía que a ella se le iban los ojos hacia uno de los animadores del barco, y también se le iban los ojos a una chica que aunque parecía viajar con su novia juraría que le iba tanto la carne como el pescado, miles de cruces (en la foto una que era un cruce perfecto entre la guapa de las Virtudes y la Guillén Cuervo), y así un largo etcétera.

Quizás en foto no se ve el cruce, pero os aseguro que se parecía y todos coincidimos.


De las paradas hablaré en el próximo post, vistamos por este orden: Marsella, Savona, Nápoles, Palermo, Túnez y Palma de Mallorca.

dimecres, 7 d’abril del 2010

Fotos del creuer

Aquesta setmana santa els meus pares ens van convidar a un creuer pel Mediterrani. Ja en detallaré els pros i els contres amb tres cròniques dedicades al creuer, a l’itinerari i a l’esport, però ara vaig una mica de cul, així que de moment penjo les fotos.
La que he posat com a portada és aquesta.

Malgrat la lesió vaig intentar fer al menys algunes voltes al circuit de jogging de 150 metres en cadascuna de les ciutats. El recorregut el vaig gravar amb el Garmin i aquí en teniu el resultat, és graciós veure com per exemple a Marsella el nostre vaixell va aparcar just en el mateix lloc que el de la foto del google earth, o l'espiral que provoca que el creuer es posés en marxa mentre jo encara corria.
2010_3_Creuer Mediterrani

dimecres, 31 de març del 2010

El país catar

Entre tant esport no em va donar temps d’explicar el què vam fer a l’estiu, i ara que tinc uns dies lliures, més de sis mesos després, ho penjo. De fet fa molt temps que ho tenia escrit, i faltaven adjuntar les fotos.
L'agost que com és evident l’he dedicat a entrenar, adescansar a la Cerdanya, però també hem fet dues escapadetes que si béno suposen grans viatges en quant a distància i singularitat, si hosón en quant a bellesa i interès cultural. El cas és que una vegadarealitzada l’estada al nostre estimat Delta, combinant esport, platgesdesèrtiques tot i ser 15 d’agost i luxe en les dues nits al Parador deTortosa, ja de nou a la Cerdanya buscàvem un hotelet per fer dues nitsmés al Sud de França. La idea inicial era arribar al Perigord, peròens quedava massa lluny així que ens vam centrar en l’àrea delscastells càtars, amb Carcassonne com a principal visita. A França elshotels són sempre una incògnita, a vegades alguns dels quals ten’esperes molt són una cutrada i per contre pots trobar llocs molt béde preu i amb encant. Per assegurar la jugada i aprofitant que nomésfèiem una nit, vam trobar un Relais Chateau a Mirepoix que ens va ferel pes. Aquella seria la nostra pausa d’un viatge que ens permetriagaudir amb el descapotable d’un paisatge magnífic, reclam que des quetenim el SLK valorem.
Sortíem doncs de bon matí i ja sense capota per a creuar els Pirineusi arribar en menys de dues hores a l’entrada de la zona que volíemvisitar: Foix. La veritat és que jo tenia els meus dubtes de si entraro no ja que no recordava que tingués gaire res el poble quan hi haviapassat dirigint-me a zones més al nord, però hagués estat una errada.No vam entrar al castell, ja que s’ha de ser selectiu per no acabaratabalat, però el breu passeig pels carrers peatonals va ser una mitjahora encantadora.
Havia extret la informació d’una crònica trobada a Internet (beneït recurs) i que la veritat va ser una font genial per a poder-me crear la ruta i explicar-li a la Bea els castells que valia la pena visitar i els que no. El segon era el de Montségur, on la història obliga a una visita que com ja enunciava la crònica citada decep una mica ja que es tracta d’un castell petit i derruït, pel què s’ha de pagar uns 4 euros i la contrapartida és escassa. Com dic però les espectaculars vistes des de dalt i el fet de trobar-nos dins del refugi on es va lliurar la batalla que va acabar amb els darrers càtars al segle XIII fa que si més no calgui apropar-s’hi.
La visita ens treu cert temps però poc abans de les dues arribem a Mirepoix per conèixer l’hotel, dinar i descarregar maletes. Fins a l’hora de dinar tot seran bones notícies, Mirepoix és un poble més bonic del què esperava, amb una plaça de porxos de fusta que trasllada directament a l’edat mitjana, un hotel que supera clarament les meves expectatives a partir de les fotos (es tracta d’un petit palau al centre del poble però molt cuidat, amb poques habitacions i una piscineta, la meva debilitat, que degut a la falta de temps i al clima del segon dia no vam poder aprofitar). Per acabar-ho d’adobar ens ofereixen pel mateix preu la suite principal (que té un valor de 400 euros). L’únic problema és que per desgràcia just el dilluns el restaurant tanca per descansar. Tot plegat ens fa despistar una mica i perdem l’oportunitat de dinar en algun dels restaurants “la cuisine est fermée”, així que les opcions es redueixen a dos o tres i n’escollim el que ens sembla millor, però no tenen cassoulette i el menjar és normalet.
Ja dinats li proposo a la Bea d’anar cap a la zona nord de la regió a voltar una mica i on crec que trobarem vinya i bons paisatges per a arribar a segona hora de la tarda a Carcassonne i evitar la massificació turística. El primer ho aconseguim: ens agrada especialment l’entorn de Fanjaux, ple de Girasols i les carretere estretes cap a Saissac, on per equivocació entrem pels seus carrerons amb el cotxe i se “lia parda”.
Sigui com sigui no veiem gaire vinya. Al final sortim i arribem a Carcassonne, però just per veure el què és la ciutat i donar una ullada al Canal de Midi i als vaixells que hi circulen. Recórrer el canal és un viatge que tenia en ment, però si a mi ja em semblen una mica justetes les embarcacions, la Bea les troba super cutres, així que queda mig descartat. La Cité l’haurem de deixar per l’endemà ja que pels francesos les 19.30 és tard, així que tornem cap a Mirepoix per sopar en un hotelet al costat del nostre. L’hotel-restaurant es diu Les Minotiers i ofereix diferents menus que no han de ser a taula completa. Jo opto pel degustació i la Bea per un de dos plats i postre. Tot i que els servei i l’entorn és excel·lent, amb tot just quatre taules, bona llista de vins i una presentació excel·lent, el menú té certes deficiències: abús de certs ingredients com l’alfàbrega, els dos plats principals són de xai (i ja n’havia pres per dinar), i algun plat normalet. Tot plegat fa que ens quedem amb les ganes d’haver provat el Relais, però el cert és que hem gaudit força per un preu final no gaire elevat, uns 80 o 85 euros. L’endemà al matí surto a córrer pel poble i reflexiono sobre com tracten els francesos el seu patrimoni: els què haureu viatjat pel país haureu trobat pobles encantadors, cuidats, amb les cases ben pintades i sempre flors als seus balcons, tenen cura tant dels pobles com de les grans ciutats i per norma general és un país espectacular. Però si un es surt una mica de la ruta, com vaig fer jo corrent, França és també un país antic o amb cases quasi prefabricades i jardins més descuidats, asfalts deficients i un aire a contrast que, no en va, a mi també m’agrada. Pensant això arribo a l’hotel quan comencen a caure algunes gotes que m’impediran banyar-me a la piscina però que no em privaran d’arrassar els croissants de mantega de l’esmorzar, que és excel·lent, tant l’entorn com el menjar, però on hi trobo a faltar algun formatget.
Amb el temps tonto però amb tendència a millorar anem de nou cap a Carcassonne via Limoux on la carretera, ara sí, circula entre camps de vinyes infinites. Com ja ens havien dit, la Cité de Carcassonne és un caça guiris, però per mi això no fa que no sigui digne de ser visitada. És brutal, passejar per les muralles, pels seus carrers ara plens de restaurants però on no és difícil imaginar el bullici de la gent durant l’edat mitjana, el record de llibres com “Els pilars de la terra” fan que ràpidament vinguin imatges, olors, sensacions de fa ja uns quants segles. La cua, el preu i el temps una mica just fan que ens conformem en veure el castell des de fora, per contra entrem al museu de la inquisició ja que era un dels records que tenia de quan vaig visitar-ho amb els meus pares ara ja feia més de 20 anys. El museu és cutre, però les peces que es conserven i les lleus explicacions ajuden a entendre la religió dels càtars, el seu conflicte amb el baticà i l’obsessió malaltissa de l’església amb el sexe.
Ja de nou amb el cel blau comencem el viatge de tornada però fent un trajecte rodó que ens porta al segon dels castells del dia: Villerouge-Temenés. És un castell menys espectaculars que d’altres, més petit i al centre d’un poble. Per contra està ben restaurat i la visita ve acompanyada d’una audioguia que durant una horeta t’explica la història del darrer Perfecte, Simó de Montfort, i dels conflictes amb l’església que el portaran a la seva mort. Realment el castell del segle XII sense l’audioguia es visitaria de seguida, però en canvi és culturalment molt interessant el muntatge que han fet. Val la pena. Sortint d’allí ens dirigim cap a Cucugan, punt de sortida cap a dos castells: Quéribus, que queda pendent per un altre viatge i Puyrepertuse que en recomanen molt la visita. Tots dos estan en els punts més alts de les respectives muntanyes, així que arribar-hi suposa carretereta cap amunt, pagar l’entrada i caminar fins el castell. En les taquilles ens diuen que el castell està tancat degut a la “tempesta” (no arribava a quatre gotes), i que no hi ha res a fer. De totes maneres decidim tirar cap amunt fins al pas on no ens deixaran passar, a veure si podem veure el castell de més a prop (recordàvem que a Montsegur la guixeta estava a mig camí), anem pujant i de sobte ens trobem a l’entrada de les muralles, ens adonem que ens hem colat i estalviat 15 euros. Pel què entenem el què estava tancada era la meitat més alta del castell (tot i que hi veiem gent), però igualment cobraven entrada per arribar on estàvem. No ens sap greu ja que havien estat molt antipàtiques, de totes maneres no hi entrem gaire i ens limitem a fer una visita ràpida que la veritat és que ens cundeix prou ja que el castell està derruït però és espectacular.
Així doncs ens tornem de nou cap a la Cerdanya amb alguns foies, vins i mel comprada a Cucugan i passant per la carretera que va per Prades i Villefranche. Ha estat un viatge intens i ens tornem amb la sensació d’haver de tornar-hi, que cada X anys val la pena visitar la zona i conèixer nous racons de la regió, segur que les abadies són tant o més maques que els castells i per tant ens hi veuran de nou.
A més no deixa de ser un viatge molt romàntic pels dos ja que quan teníem uns 10 anys una cinquantena d’amics de la Cerdanya vam fer una escapada d’un dia a la zona i entre els nens hi érem tant la Bea com jo, coincidim en els records d’aquell viatge però no d’haver-nos conegut, no deuríem ser tant guapos com ara.
Passo l’enllaç a través del qual vaig informar-me crec que amb molt criteri.
http://www.viajeros.com/diarios/carcasona/los-castillos-cataros
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