¿Vale para algo que un deportista se llene de pasta?
Hay quién pone en duda que la comida de la pasta siga teniendo sentido
Hay quién pone en duda que la comida de la pasta siga teniendo sentido
Por: Sara Alvarez
Las nuevas tendencias de la alimentación deportiva parecen indicar que las grasas son mejores y los hidratos de carbono peores que la fama que tenían. Los hidratos de carbono comidos en exceso pueden engordar y ser muy perjudiciales para la salud. Entonces? ¿debemos los deportistas comer menos hidratos? ¿O en nuestro caso es necesario un aporte extra para mantener nuestro rendimiento?
En los primeros 90 minutos nuestra musculatura utiliza glucógeno, la forma en que queda guardada la glucosa en la sangre. Una vez se acaban las provisiones de glucógeno (aproximadamente a los 90 minutos de ejercicio), el deportista debe empezar a utilizar las grasas como energía o tomar carbohidratos para sobrellevar la intensidad? aunque la mayoría somos incapaces en ese punto de tomar los suficientes carbohidratos para compensar el déficit de glucógeno.
Entrenando la resistencia regularmente, nuestro organismo aprende por sí solo a consumir ahorrativamente el glucógeno. Por eso las provisiones de carbohidratos le duran mucho más al entrenado que al desentrenado. Las últimas investigaciones científicas muestran que una dieta de carbohidratos reducidos refuerza este efecto porque obliga al cuerpo a sacar antes su energía de las reservas de grasa.
Se estimulan los enzimas responsables de eliminar grasas, aumenta la capacidad de asimilar el oxígeno y se guarda más grasa en las células musculares, de modo que queden más disponibles en caso de sobreesfuerzo. Además, las mismas células musculares, al faltarles los carbohidratos, forman más transportadores de glucosa, y son capaces de traerla más rápidamente de la sangre.
En definitiva, las dietas ricas en hidratos de carbono sólo son efectivas para mejorar el rendimiento, en pruebas de más de dos horas de duración y si siguen a una fase de dieta pobre en carbohidratos. Así que la "comida de la pasta" no es recomendable si haces deporte por salud pero al menos sobrevirá como una parte ya clásica dentro de un maratón. Tampoco es necesario pasarse con las cantidades, hacer dos comidas ricas en hidratos antes de la carrera o competición es suficiente.
En los primeros 90 minutos nuestra musculatura utiliza glucógeno, la forma en que queda guardada la glucosa en la sangre. Una vez se acaban las provisiones de glucógeno (aproximadamente a los 90 minutos de ejercicio), el deportista debe empezar a utilizar las grasas como energía o tomar carbohidratos para sobrellevar la intensidad? aunque la mayoría somos incapaces en ese punto de tomar los suficientes carbohidratos para compensar el déficit de glucógeno.
Entrenando la resistencia regularmente, nuestro organismo aprende por sí solo a consumir ahorrativamente el glucógeno. Por eso las provisiones de carbohidratos le duran mucho más al entrenado que al desentrenado. Las últimas investigaciones científicas muestran que una dieta de carbohidratos reducidos refuerza este efecto porque obliga al cuerpo a sacar antes su energía de las reservas de grasa.
Se estimulan los enzimas responsables de eliminar grasas, aumenta la capacidad de asimilar el oxígeno y se guarda más grasa en las células musculares, de modo que queden más disponibles en caso de sobreesfuerzo. Además, las mismas células musculares, al faltarles los carbohidratos, forman más transportadores de glucosa, y son capaces de traerla más rápidamente de la sangre.
En definitiva, las dietas ricas en hidratos de carbono sólo son efectivas para mejorar el rendimiento, en pruebas de más de dos horas de duración y si siguen a una fase de dieta pobre en carbohidratos. Así que la "comida de la pasta" no es recomendable si haces deporte por salud pero al menos sobrevirá como una parte ya clásica dentro de un maratón. Tampoco es necesario pasarse con las cantidades, hacer dos comidas ricas en hidratos antes de la carrera o competición es suficiente.
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